Seguramente la mayoría habréis oído decir eso de «la lactancia es muy dura». Y sí, es cierto que para algunas mamis puede llegar a ser realmente difícil, pero mi caso, aunque no libre de retos, ha sido de los que acaban bien 😊
Igualmente, durante este primer mes, he tenido que enfrentarme a la intensidad de lactancia a demanda, a gases, grietas en los pezones, a la subida de la leche, a estrías y a escapes. Y después de todo, mi mensaje para las que como yo queréis dar el pecho a vuestros retoños, es que no lo dudéis: es maravilloso. Así que, ¡entremos en materia!
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Lactancia a demanda
Amamanté a mi niña por primera vez durante su primera hora de vida, y desde entonces sigo haciéndolo a demanda, es decir: siempre que ella quiere.
Esto suele ser cada 1-3h, e implica que siempre tengo que estar cerquita y preparada para sacarme la teti, sea donde sea: en la calle paseando, en el supermercado haciendo la compra, el restaurante cenando con amigos, en cualquier tienda, en las instituciones públicas haciendo papeleos…
Según el ritmo de vida de cada mami, su estado anímico y el cansancio que lleve acumulado, esto puede ser más o menos ideal. Pero para mí han sido más los beneficios de no tener que limpiar y preparar biberones, de poder calmar a mi princesa rápidamente con la teti, y de la conexión que se crea, que el pequeño inconveniente de ir enseñando las tetas a diestro y siniestro, y tener que estar disponible a cada par de horas, incluso por la noche.
Los gases y los vómitos
Mi niña se pasa a veces largos ratos inquieta y haciendo fuerza para hacer caca o liberar gases. Para evitar este malestar, aprendí que es bueno ponerla a eructar en mi hombro después de cada toma, y parece que la cosa a mejorado bastante. La única excepción es por las noches, en las que priorizamos el sueño a los eructos, y parece que no nos va mal así 🙂
Cuando a pesar de todo parece que aún tiene un poquito de molestia en la barriguita, le masajeo con cuidadito y muevo sus piernecitas para ayudarle a tirarse pedetes. Ella ya se ha dado cuenta de que lo hago para ayudarle, y creedme cuando os digo que incluso se ha convertido en un momento tierno entre nosotras.
Y aunque mi princesa no ha tenido problema de vómitos y regurgitación, me parecía importante nombrarlo, por experiencias de amigos cercanos. Hay peques que vomitan ante movimientos más o menos bruscos, al levantar sus piernecitas para cambiarles el pañal, o simplemente cuando su barriguita se pone rebelde. Si ese es vuestro caso, armaos de paciencia, de baberitos, y estad atentos a que siga feliz y le llegue suficiente comidita al estómago para seguir ganando peso adecuadamente, pero sin obsesionaros con pediatras ni percentiles 😉
Grietas en los pezones
El mayor problema al que yo me tuve que enfrentar con la lactancia, fue que hasta que la delicada piel de los pezones se acostumbra a la succión del bebé, dar el pecho puede doler.
A mí me salieron grietas en ambos pezones (pequeñas heriditas), que dolían bastante al amamantar a la peque, y con bastante quiero decir: mucho xD Pero según me dijeron, lo mejor es seguir dando pecho, intentar aguantar el dolor, y esperar a que los pezones se acostumbren, que en mi caso fue en cosa de una semanita o poco más.
Si el dolor se alarga mucho más, se vuelve insoportable, o tus pechos empiezan a ponerse rojos, calientes y duros: ve al médico, podría tratarse de una mastitis y necesitarás antibióticos.
¿Se pueden prevenir las grietas?
- Lo principal es asegurarnos de que nuestro bebé se coge bien a la teta, con la boquita bien abierta, succionando la mayor superficie posible de la areola y no solo el pezón, con los labios bien colocaditos. Una agarre incorrecto provocará grietas y dolor.
- Cuando, como en mi caso, las grietas suceden igualmente, podemos utilizar unas cremitas para calmar el dolor y la irritación. En el hospital y cuando estaba fuera de casa, yo usaba una con Lanolina, de esas que no necesitan ser limpiadas antes de dar el pecho. Y ya en casa me ponía directamente aceite de oliva, por recomendación de una amiga, que me fue muy bien también.
La subida de la leche y las estrías
Los primeros días de dar el pecho a tu bebé, de lo que en realidad se alimenta es de calostro, que contiene todo lo que tu peque necesita al principio y es más amarillento y aguanoso que la leche. Durante este tiempo y solo durante ese tiempo, es normal que tu bebé haga poco o ningún pipí.
Unos 2-4 días después de dar a luz, y si todo va bien, sucede la famosa subida de la leche. Lo distinguirás claramente porque tus tetas se pondrán gigantes y duras, mucho más que durante el embarazo, y el líquido que saldrá de tus pezones será más blanquecino. Y ahora tu bebé sí debe hacer pipí varias veces al día. El tema de la caca ya es más relativo, puede ser desde 789642052 veces al día, como mi princesa, o una vez cada par de días según experiencias de otros amigos…
¡Y muy importante! Si no te habían salido estrías hasta ahora, no te confíes: podría ser este el momento, ya que tus pechos estarán más grandes que nunca. Así que hazte con una buena crema antiestrías compatible con la lactancia, para no transferir substancias raras a la leche, y aplícatela regularmente sin llegar a los pezones.
A mí no me salió ninguna estría durante el embarazo, pero sospecho que me estén saliendo ahora… Ahí lo dejo 😰
Los escapes de leche
Tus tetas son ahora surtidores de leche, y tienen vida propia xD
Cuando un pecho esté muy lleno, o cuando tu bebé se ponga a llorar, o a veces incluso sin ningún motivo aparente, la leche saldrá ella solita sin pedir permiso. Y no será un poquito como puede suceder durante el embarazo, no… ¡sino que te puede empapar la camiseta en un momento! Así que no te olvides nunca de los discos de lactancia, o te arrepentirás 😂

Real como la vida misma #sinvergüenzas
Y a pesar de todo, la lactancia mola mucho 😊
Pues sí, dar teti mola, amamantar a tu peque mola, ser mami mola. Y aunque no está libre de inconvenientes, en una situación normal basta con ser consciente de estos detalles y tomar las medidas necesarias para conseguir que la lactancia sea algo lindo, bonito, maravilloso, único y especial entre tú y tu bebé, además de los innumerables beneficios que la lactancia materna exclusiva tiene para la salud y desarrollo futuro de tu chiquitín o chiquitina.
Y vosotras, ¿cómo lleváis esto de la lactancia? 😘
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Lorena Santamaria
Hola bonita, a mí con las estrías me pasó lo mismo, ni una durante el embarazo y en la lactancia rojas y muy grandes, pero si te sirve de consuelo ahora que el peque ya no está solamente con lactancia han desaparecido las estrías 🙂 feliz lactancia!
Mamá Feliz
Ay ojalá sea así! Te ponías antiestrías durante la lactancia?